Dados los ataques del grupo terrorista Hamás en Israel, que desató la guerra con Palestina, se han reportado cientos de muertos, heridos y desaparecidos, desde el sábado 7 de octubre.
La venezolana en territorio Israelí, Andrea Pérez, aseguró que luego de 5 años viviendo en el país del Medio Oriente, es «primera vez en vivir de cerca una guerra».
Tras la declaración de guerra, Andrea señaló que «la sensación emocional y mental es completamente distinta. Durante todo el día escuchamos los aviones y las explosiones que se viven en ciudades cercanas a la franja de Gaza».
Pérez, quien tiene vista a gran parte de la ciudad desde su residencia, testificó cómo ha visto los misiles impactar en zonas cercanas, pero la mayoría del tiempo, se ha mantenido en resguardo junto a sus familiares, mientras suenan las alarmas.
«El protocolo indica que tenemos 45 segundos para poder refugiarnos en un lugar seguro. Debemos permanecer 10 minutos dentro del refugio y en caso de que sigan sonando las sirenas, hay que seguir adentro, porque todavía pueden caer misiles o restos de misiles dentro de la ciudad», señaló.
Reportó que dentro de la ciudad de Asdod «se ha controlado bastante bien la situación», pese a que surgieron dudas sobre el encuentro de un posible terrorista de Hamás por la zona, el pasado domingo.
La venezolana explicó que antes había vivido «situaciones de atentados con misiles, pero habían sido operativos».
En este sentido, aseguró que su hija de 6 años también había sido preparada con múltiples simulacros escolares, como prevención ante el conflicto armado que se ha vivido entre Palestina e Israel durante años.
Testimonio de los ataques en kibutz
La comuna agrícola del desierto del Neguev, en la frontera que lindera a la franja de Gaza, conocida como kibutz, ha sufrido de cerca, los ataques terroristas del Hamás, «desde el sábado a las 6:30 de la mañana que empezaron a sonar las alarmas».
Janet Cwaigenbaun, vocera del Kibutz Nir Yitzhak, a 3.8 kilómetros de la frontera de Gaza, testificó que desde entonces no ha habido descanso.
«Era como el 4 de julio con fuegos artificiales, pero todo concentrado», señaló tras los múltiples ataques de misiles que experimentó la zona.
En los tres kibutz de la zona, se han reportado múltiples desaparecidos, heridos y fallecidos tras la llegada de cientos de terroristas armados que irrumpieron en los cuartos de seguridad y robaron algunos vehículos.
«Nos pasó un milagro, porque a través del WhatsApp interno del kibutz, íbamos siguiendo en un mapa imaginario, por dónde iban, y en las casas dónde entraban. Es un pueblo chico, de 550 personas. Todos sabemos dónde viven todos», dijo
Janet confirmó que la llegada de los terroristas fue alrededor de las 9 de la mañana y el ejército tuvo respuesta cerca de las 4 de la tarde.
«El ejército no pudo detectar lo que pasó. No sabemos quién sobrevivió ni a quién se llevaron», lamentó.
Vía MundoUR