El pasado viernes en El Piñal, municipio Fernández Feo del Táchira, un hombre de 53 años recibió una mordedura de serpiente mapanare mientras limpiaba un potrero. Sin embargo, en la madrugada del sábado falleció en el Hospital Central de San Cristóbal por escasez de suero antiofídico, indispensable para contrarrestar los efectos del veneno.
Sin gasolina
Las autoridades identificaron a la víctima como Lucidio José Méndez, taxista de oficio, quien tras ser mordido por la también conocida como «cuatro narices», familiares intentaron trasladarlo al hospital de San Rafael de El Piñal.El suceso se desarrolló en una finca en el sector Los Cañitos, pero ninguno de los vehículos en el lugar tenía gasolina para salir.
Pasaron 5 horas hasta que un conductor en la vía ofreció llevarlo hasta el centro médico municipal.
Trabajadores del lugar mataron el animal previamente para presentarlo a los médicos y que estos determinaran el tratamiento adecuado. «Bothrops Isabelae» es el nombre científico que recibe la mapanare según los especialistas de guardia.
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Tratamiento inicial
A medida que lograron establecer todo el diagnóstico, el personal de la salud en el lugar le suministró 5 ampollas de suero antiofídico.
De acuerdo al Instituto de Medicina Tropical de la Facultad de la UCV, cada frasco de antisuero de 10 ml tiene la capacidad de neutralizar 2,0 mg de veneno bothtrópico.
No obstante, algunos usuarios afirman que el costo de este antídoto equivale a más de 330 dólares en el país.
«No hay»
Seguidamente, a Méndez lo remiten al Hospital Central de San Cristóbal, institución donde arribó a las 10:00 de la noche. La situación del paciente fue clasificada crítica debido a la gravedad de la mordedura y la cantidad de veneno que recibió.
De tal manera, los médicos en la capital del estado afirmaron necesitar más dosis del suero antiofídico para salvar al señor Lucio, pero el HC no contaba con el mismo. Pese a que los familiares y allegados de sujeto buscaron en la ciudad, todo fue en vano, nadie logró conseguirlo.
Falleció por escasez de suero antiofídico
A las 5 de la mañana del sábado 30 de enero, luego que el veneno de la mapanare coagulara su sangre lo suficiente, Méndez muere.
3 horas más tarde, unas dosis de suero llegan al hospital gracias al capitán del Cuerpo de Bomberos del Piñal, Pedro Márquez; quien lo consiguió a través del Cuerpo de Bomberos de Instituto Nacional de Espacios Acuáticos de Maracaibo, en Zulia. Aunque afirmó que se movió lo que pudo, no fue suficiente para que el señor Lucio contara la historia.
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