La reciente suspensión temporal de nuevas autorizaciones de viaje bajo el programa de parole humanitario ha dejado a muchos solicitantes venezolanos, nicaragüenses, cubanos y haitianos en un estado de incertidumbre y preocupación.
Adam Isacson, experto en inmigración de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), explicó que la suspensión deja a muchas personas con solicitudes en proceso en una situación incierta. «Estas personas se encuentran ahora en un limbo, sin claridad sobre el futuro de sus casos», comentó Isacson.
Nelly Fernández, una cubana que lleva más de 530 días esperando la aprobación de su caso de parole humanitario patrocinado por su hijo, expresó su preocupación a la VOA. «Me preocupa que esta suspensión retrase aún más mi caso», dijo Fernández. «Estoy sola aquí y mis dos hijos y tres nietos están en Estados Unidos. Mi mayor deseo es reunirme con ellos».
Aunque Isacson no prevé un aumento significativo de personas intentando cruzar la frontera suroeste de manera irregular debido a esta suspensión, no descarta que algunos se sientan impulsados a tomar esta vía por la incertidumbre actual. «Para los opositores del programa, esto podría ser un nuevo punto de crítica», agregó Isacson.
Ana Gil García, fundadora y directora de la Alianza de Venezolanos en Illinois, calificó la situación como una «lamentable consecuencia de las acciones de unos pocos». Residente en Chicago y patrocinadora de tres personas, incluyendo a su hermana y tía, Gil García se muestra preocupada por el futuro del programa. «Recibimos confirmación del caso de mi hermana el 15 de julio, pero ahora estamos esperando la autorización de viaje. No sabemos cuánto tiempo más tendremos que esperar», manifestó.
Andrew Arthur, miembro del Centro de Estudios de Inmigración, señaló que las acusaciones de fraude relacionadas con el programa de parole humanitario «cuestionan la integridad de la administración». Arthur destacó que el programa, que beneficia a inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, no fue creado por el Congreso ni cuenta con un respaldo claro en la Ley de Inmigración y Nacionalidad. «No es sorprendente que se produzcan estos problemas», comentó Arthur.
El experto añadió que la falta de información clara por parte de la administración sobre la investigación actual deja muchas preguntas sin respuesta. «No sabemos cuánto tiempo durará esta suspensión», concluyó Arthur.