El encaje legal efectivo que el Banco Central de Venezuela (BCV) exigió a la Banca en abril fue de 91,47%, de acuerdo con el cálculo del economista Hermes Pérez, exjefe de la Mesa de Cambio del ente emisor, quien advirtió sobre la gravedad de este «estrangulamiento» del crédito bancario para la economía.
«La banca cumple un rol vital en cualquier economía asociado con la apropiada asignación de recursos vía créditos. Equivalente al flujo circulatorio de sangre en un organismo. Sin este, el cuerpo fallece», escribió el especialista en su cuenta de Twitter.
A pesar que el BCV le restó 12 puntos al encaje legal para las captaciones en bolívares, que ahora se ubica en 73%, el déficit acumulado hace que las erogaciones del sistema bancario sean mayores, por lo que el monto a encajar es cada vez más elevado.
Si se revisan las cifras de encaje legal publicadas por el Banco Central de Venezuela, se nota que la Banca acumula seis semanas con reservas excedentes con saldo positivo; sin embargo, los requerimientos de encaje sobrepasan el 73% que demanda la norma. Por ejemplo, en la última semana reportada, el corte del 6 de mayo, la exigencia fue equivalente a 88,97% del total del saldo en cuenta corriente del sistema.
El economista Pérez recuerda que «El encaje legal es un porcentaje que los bancos centrales retienen de los depósitos del público en la banca. En Vzla, este % se mantuvo entre 10-15% en el pasado. Eso significa que si los depósitos bancarios se ubican en Bs.100, la banca debe entregar Bs.15 al banco central».
Actualmente, Venezuela tiene el encaje más elevado del planeta, mientras que hay necesidades mil millonarias de financiamiento solo en la agricultura y en la industria. Recientemente, el presidente de Conindustria Luigi Pisella dijo que exclusivamente para apalancar capital de trabajo la manufactura requiere 2 millones de dólares promedio por empresa en crédito.
«Un encaje tan elevado impide el crédito, necesario en cualquier economía y reduce la eficiencia del sistema financiero. Además, pone en riesgo al sistema bancario, el cual se ve imposibilitado de efectuar la función que le corresponde», señala Pérez.
Vía Banca y Negocios
