Con el incremento de productos de economía informal en Venezuela, se ha marcado un auge de lo que se conoce como piratería de las marcas tradicionales del consumo venezolano.
La especialista en mercadeo y gestión de marcas, Lenis Toro aclaró que este fenómeno se da por la falta de autoridades o supervisión que proteja una marca establecida.
Señaló que «las marcas invierten muchísimo dinero. En los procesos de valoración de marcas no solo se considera el rendimiento de las acciones, la calidad de liderazgo de las organizaciones, el proceso de innovación y desarrollo, sino también su histórico de inversión en comunicaciones para lograr el posicionamiento visual».
En el caso de Venezuela, el Sapi (Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual), que hace correspondencia con otras organizaciones a nivel mundial, que se encargan de proteger el intelecto y las creaciones producto de la mente.
Toro afianzó que en el país «no hay un nivel de supervisión como para poder ejercer presiones legales y jurídicas, con relación a esas empresas, por lo que se copia la identidad de marca de una empresa establecida y posicionada».
La experta detalló que el precio tiende a variar, al igual que la calidad de los componentes, los cuales en las imitaciones, pueden representar un peligro en el consumidor.
Denunció que en Latinoamérica «hay una gran tendencia a hacer copias porque las legislaciones están ocupadas en otras cosas».
Detalló que es frecuente encontrar errores ortográficos que son intencionales en los nombre de los imitadores, y normalmente se mantiene la misma tipografía, paleta de colores y otros elementos gráficos.
Vía Unión Radio
