Jorge Pizarro, un periodista argentino, denunció que fue deportado de Venezuela al intentar ingresar al país para cubrir las elecciones presidenciales del 28 de julio. Pizarro relató que su experiencia en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía fue nada menos que desagradable y llena de obstáculos.
Al arribar a Maiquetía, Pizarro fue apartado del resto de los pasajeros después de que se notara su pasaporte argentino. «Me llamaron aparte cuando vieron mi pasaporte. Una señorita vestida con uniforme azul marino me interrogó de manera severa», explicó Pizarro durante una llamada telefónica con el medio argentino Rivadavia, aún desde el aeropuerto.
Según Pizarro, el interrogatorio inicial fue seguido por una serie de entrevistas similares con diferentes oficiales, incluyendo a un superior que insistió en repetir las mismas preguntas. «Me preguntaron varias veces lo mismo: ‘¿A qué viene, por qué viene, qué hace, dónde trabaja en Buenos Aires?’», señaló Pizarro. A su sorpresa, cualquier intento de cuestionar la repetición de las preguntas fue recibido con amenazas de detención.
El periodista explicó que las largas horas de interrogatorio incluyeron varias tomas de fotografías en diferentes escenarios, y que finalmente fue trasladado a una oficina de aislamiento y deportación. «Me retuvieron el pasaporte y me hicieron grabar un video», indicó, describiendo también las condiciones incómodas y el trato hostil que recibió.
«Durante seis horas no me dieron ni un vaso de agua, y no me permitieron tomar mi medicación», explicó Pizarro. «Me dejaron de pie en un corralito durante tres horas, y solo después me permitieron sentarme en otra parte del aeropuerto».
Finalmente, Pizarro fue informado de que sería deportado por no cumplir con los requisitos de ingreso al país. «Ahora estoy en la oficina de Copa, esperando un vuelo de deportación, aunque no sé qué trámites hicieron porque ni siquiera me pidieron los pasajes», comentó, mientras estaba bajo la vigilancia constante de agentes de migración.
A pesar de su situación, el periodista pudo comunicarse con su medio y espera regresar a Argentina en las próximas horas, reflexionando sobre una experiencia que describe como una advertencia sobre los desafíos que enfrentan los periodistas al cubrir eventos internacionales en entornos políticamente tensos.