En el inicio de la cuaresma, el Papa Francisco abrió con una misa este miércoles donde alertó sobre el «polvo que ensucia» la humanidad. En el marco de los pecados que existen en el mundo, este «polvo» también afirmó que se ha depositado en la iglesia católica.
Dentro del comienzo en la ceremonia, Francisco recordó la cita del Génesis «Recuerda que eres polvo y al polvo volverás». Referencia que hace alusión del tema principal que quiso explicar.
«Polvo que ensucia» los corazones
«Es decir, somos débiles, frágiles, mortales. Respecto al correr de los siglos y los milenios, estamos de paso; ante la inmensidad de las galaxias y del espacio, somos diminutos», afirmó el sucesor de San Pedro.
El pontífice explicó su argumento a través de una “trayectoria existencial” que va “de la vida al polvo”. Habló del relativismo o la superficialidad, que, en un mundo que “va mal, el miedo se extiende», posteriormente, añadió que hay mucha crueldad y la sociedad se está descristianizando.
«Vidas reducidas a cenizas, ruinas, destrucción, guerra. Vidas de niños inocentes no acogidos, vidas de pobres rechazados, de ancianos descartados. Seguimos destruyéndonos» reseñó Francisco al decir que a donde sea que observe, hay «polvo de muerte».
Amor en tiempo de cuaresma
El Papa lamentó que hay mucho polvo que ensucia el amor y desfigura la vida, señaló. Por su parte, acotó que «Incluso en la Iglesia, la casa de Dios, hemos dejado que se deposite tanto polvo, el polvo de la mundanidad».
Razón que motivó a percibir la Cuaresma, que inició este miércoles, como un periodo para “cambiar de vida”. Pidió que no se vea como un tiempo en el que se deba “cargar con moralismos innecesarios”.
Por otro lado, se acostumbra que el pontífice vista de morado dentro del período que representa la Cuaresma. Se recogió en oración junto a otros miembros del clero y de la Curia en la iglesia romana de San Anselmo. Desde allí emprendió una procesión hacia la cercana basílica de Santa Sabina, junto a cardenales, arzobispos, obispos, los monjes benedictinos, algunos padres dominicanos y algunos fieles.
Después de la lectura del Evangelio en la misa, Francisco recibió la ceniza en forma de cruz sobre su cabeza y luego impuso la ceniza a miembros del clero y a algunos fieles. En todo momento recordó el sermón “Recuerda que polvo eres y en polvo de convertirás”.
Información de EFE
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