La muerte de una niña de ocho años en Brasil ha vuelto a poner sobre la mesa los riesgos mortales de los retos virales en redes sociales, que circulan sin control ni filtros, especialmente entre el público infantil.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!El caso ocurrió el pasado 10 de abril en el Distrito Federal, donde Sarah Raissa Pereira de Castro perdió la vida tras inhalar desodorante en aerosol, imitando el llamado “desodorante challenge”, un reto difundido a través de plataformas digitales.
Un reto que terminó en tragedia
La menor fue encontrada inconsciente sobre un sofá por su abuelo. Junto a ella había un frasco de desodorante en aerosol, una almohada impregnada del producto y un celular donde se reproducía el video del desafío. Aunque fue trasladada de inmediato a un centro médico, falleció horas después por complicaciones respiratorias, según confirmó el Instituto Médico Legal (IML) de Brasil.
Un llamado de atención a las redes sociales
La familia de Sarah decidió compartir públicamente el caso con la esperanza de prevenir tragedias similares. Su padre, Cássio Maurílio, grabó un video desde el hospital, visiblemente afectado, denunciando que el contenido estaba fácilmente disponible en línea. “Era este demonio. Un desafío de internet. Por este demonio mi princesa está en esta situación”, expresó, sosteniendo el aerosol en su mano.
Durante el sepelio, realizado en el cementerio Campo da Esperança de Taguatinga, el dolor de la familia se convirtió en un reclamo: “Estas plataformas están llenas de niños mirando, llenas de vida por vivir, ¿por qué no hay filtros para los videos infantiles?”, cuestionó Maurílio, señalando la falta de mecanismos de protección en redes sociales como TikTok o YouTube, donde abundan este tipo de retos.
Peligro silencioso
Este no es el primer incidente de este tipo. Los desafíos virales —como inhalar sustancias químicas, provocar desmayos o exponerse a situaciones extremas— han cobrado la vida de varios menores en diferentes países. La facilidad con la que este contenido se difunde y la falta de supervisión digital siguen siendo un problema global.
Especialistas en salud infantil y psicología advierten sobre la importancia de la educación digital temprana y la vigilancia activa de los contenidos a los que acceden los menores en línea. También instan a las plataformas a implementar controles más estrictos para evitar que desafíos peligrosos lleguen a las pantallas de niños y adolescentes.