Ante el fin de la licencia otorgada a Chevron por parte de Estados Unidos y una merma significativa en los ingresos petroleros, el gobierno de Nicolás Maduro ha trasladado el peso financiero al sector privado. La estrategia incluye mayores impuestos, eliminación de exoneraciones fiscales y aumentos en las tarifas de servicios públicos, en un intento por compensar la pérdida de divisas.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Según reportó la agencia Reuters, tanto analistas como representantes gremiales alertan que este nuevo esquema limita aún más la capacidad operativa de las empresas en un entorno ya golpeado por la inestabilidad económica. Desde enero, Maduro ordenó duplicar la recaudación tributaria —que en 2023 alcanzó los 5.200 millones de dólares— y en abril firmó un decreto de emergencia económica que le permite eliminar beneficios fiscales existentes.
El efecto de estas medidas ya se refleja en los ingresos del Estado: en el primer trimestre del año, los ingresos fiscales aumentaron alrededor de un 20%, mientras que, según el Observatorio Financiero Venezolano, los servicios públicos duplicaron sus tarifas en el último año.
Alta carga tributaria y falta de respuesta
La encuesta más reciente de Conindustria reveló que el 77% de los industriales considera que los tributos son hoy el principal obstáculo para mantener operaciones. Además, el 60% de los encuestados estima que su producción se mantendrá igual o disminuirá en los próximos meses.
“Cualquier impuesto adicional que se pague provendrá del capital de trabajo”, advirtió el presidente de Conindustria, Luigi Pisella, quien también ha pedido al gobierno ampliar la base tributaria para no seguir concentrando la carga en las pocas empresas activas.
Empresarios del interior del país también han reportado cierres de comercios debido a la baja facturación. “Cuando un cliente paga por un producto, está pagando una buena parte de los impuestos que el comerciante le entrega al Estado”, comentó uno de ellos a Reuters.
Además de los tributos nacionales, los impuestos municipales se han convertido en una carga adicional que termina encareciendo los productos para el consumidor. Las empresas con producción local —a diferencia de muchas extranjeras que importan productos terminados— enfrentan tributos múltiples por operar en distintos municipios.
Un “salvavidas” para el gobierno
Desde el oficialismo, el aumento en la recaudación fiscal ha sido presentado como un avance. “Con una mayor recaudación se han podido aliviar momentos económicos difíciles. Debemos agradecer al sector privado”, expresó el diputado José Vielma Mora.
Sin embargo, economistas advierten que esta estrategia no es sostenible. Para Luis Bárcenas, economista de Ecoanalítica, el aumento tributario “es un salvavidas para el gobierno”, pero no una solución estructural.
Ecoanalítica estima que la recaudación fiscal podría alcanzar los 13.000 millones de dólares en 2025, y que actualmente las empresas destinan hasta el 50% de sus ganancias al pago de impuestos.