El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que más de 1,6 millones de personas en situación irregular en Estados Unidos se han autodeportado voluntariamente durante 2025, mientras que otras 500.000 fueron expulsadas por agentes migratorios bajo operativos intensificados por la administración del presidente Donald Trump.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!De acuerdo con el comunicado oficial, la cifra récord corresponde a migrantes que se registraron para salir del país de forma voluntaria, muchos de ellos motivados por un programa que ofrece un pago único de 1.000 dólares y un boleto de avión a quienes decidan regresar a sus países de origen.
Deportaciones forzadas bajo operativos intensivos
El DHS explicó que las expulsiones restantes fueron ejecutadas por Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Patrulla Fronteriza, cuyas operaciones han sido reforzadas en distintas ciudades del país como parte de los protocolos impulsados directamente por la Casa Blanca.“La administración Trump está en camino de romper los récords actuales de deportación”, declaró Tricia McLaughlin, secretaria adjunta de Asuntos Públicos del DHS.
Ciudades con alta concentración de población migrante y gobernadas por autoridades demócratas, como Chicago, han sido epicentro de redadas masivas, lo que ha generado denuncias de organizaciones de derechos humanos por el uso de tácticas calificadas como “militarizadas”.
Un programa que incentiva la salida voluntaria
El gobierno estadounidense ha desplegado una campaña publicitaria a nivel nacional para promover el programa de autodeportación voluntaria. Aunque el DHS no especificó el presupuesto total destinado a la iniciativa, medios locales estiman que se trata de varios millones de dólares invertidos en su difusión.
La medida busca agilizar la salida de migrantes irregulares, evitando procesos judiciales prolongados y reduciendo la presión sobre el sistema migratorio, que ha enfrentado cifras históricas de entradas en los últimos años.
Críticas por impacto humanitario
Organizaciones civiles y activistas han expresado preocupación por el impacto humanitario y psicológico de estos operativos y de la presión ejercida sobre comunidades migrantes. Denuncian que el temor a las redadas ha generado desconfianza y aislamiento en barrios donde la presencia de inmigrantes es significativa.
Mientras tanto, la administración Trump sostiene que la estrategia busca “recuperar el control fronterizo” y “restaurar la legalidad migratoria” en el país.
