Tras su aplazamiento por un año, surgen las incógnitas para Tokio 2021, las cuales deberán ser superadas para tener unas Olimpiadas “normales”.
La postergación ha sido acogida de forma generalizada como la mejor decisión posible ante el agravamiento de la crisis del coronavirus.
Sin embargo, abre a los dirigentes deportivos y a las autoridades japonesas numerosos frentes y son varias las incógnitas que deben resolver para Tokio 2021.
Una pandemia a la que no se ve fin
Pese a que el COVID-19 parece controlado en su país de origen, China, las cifras en el resto del mundo no hacen sino empeorar.
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Ya son más de 400 mil los contagiados y los fallecidos superan los 19 mil.
A día de hoy es imposible calcular cuándo podrán retomar su actividad habitual los ciudadanos, y entre ellos los deportistas.
Las fechas
Los Juegos Olímpicos no pueden coincidir con ninguna otra competición de importancia. Tendrán que celebrarse antes o después de la Eurocopa y la Copa América de fútbol.
“Más allá de 2020 pero antes del final del verano de 2021”, dice el acuerdo alcanzado entre el COI y el Gobierno japonés.
El 20 de septiembre, día en que termina el verano en el hemisferio norte, marca el límite posible.
Un nuevo calendario clasificatorio
Solo el 57 % de los cerca de 11 mil deportistas que participarán en los Juegos ha asegurado su plaza. El 43 % restante está pendiente de hacerlo.
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Todos los torneos clasificatorios que estaban programados hasta el mes de junio, cancelados debido a la pandemia, deben reubicarse en el calendario.
Es posible que algunas federaciones los sitúen ya cerca de los Juegos de 2021, una vez que se conozcan las fechas de la gran cita.
¿Se guarda la plaza a los ya clasificados?
Las federaciones internacionales han asegurado que sí. Ningún deportista ya clasificado perderá su plaza.
Pero en muchos deportes las plazas no son nominales, sino para el país del deportista que la consigue.
Es posible que el mejor gimnasta, regatista, luchador o taekwondista de un país en este 2020 ya no lo sea en 2021 y su plaza termine en manos de otro competidor.
Las grandes competiciones de 2021 buscan su sitio
En julio de 2021 estaban previstos los mundiales de natación en Japón; en agosto, los de atletismo en USA; en octubre, los de gimnasia en Dinamarca.
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Los XII Juegos Centroamericanos, primera prueba del nuevo ciclo olímpico en América, en noviembre en Santa Tecla (El Salvador).
Todos los organizadores han mostrado su buena disposición a adaptar sus planes a las nuevas circunstancias, pero recomponer el puzzle no será sencillo.
Los futbolistas Sub-23, en el aire
Para participar en los Juegos Olímpicos los futbolistas deben haber nacido después del 1 enero de 1997.
La mayoría de las selecciones ya clasificadas tienen a sus jugadores en el límite de edad. Si cumplen un año más dejarían de ser seleccionables.
La villa olímpica ya está parcialmente vendida
Los pisos de la Villa Olímpica tendrán un uso privado tras los Juegos. En una primera fase ya se habían vendido casi mil de las 5 mil 600 viviendas.
A los promotores se les plantea la posibilidad de no poder hacer la entrega cuando estaba acordada.
A los organizadores de los Juegos, la de tener que buscar una alternativa si no hay acuerdo con los propietarios.
El mantenimiento de las instalaciones, una sangría económica
El coste de aplazar un año los Juegos Olímpicos será de unos 2 mil 695 millones de dólares, según un cálculo aproximado del diario Nikkei.
Los esfuerzos de los organizadores para ahorrar gastos, se verán compensados por un desembolso inesperado.
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Se estima que los gastos de mantenimiento solo del estadio olímpico, inaugurado en diciembre pasado, ascienden a 21 millones de dólares.
¿Entradas y alojamientos reembolsables?
Los Juegos pondrán a disposición del público unos 9 millones de entradas, de las cuales 4,5 millones ya están vendidas.
De momento, nadie ha hablado de reembolso. “Analizaremos cómo garantizar los derechos de quien ha comprado ya los billetes”, dijo el CEO de Tokio 2020, Toshiro Muto.
En cuanto a los hoteles, el sector esperaba ocupar 46 mil habitaciones por día durante los Juegos.
Todas serán canceladas para este 2020. Una debacle para uno de los sectores más golpeados por la pandemia.
Un reto para el día a día del COI
El COI debe poner el foco en el aplazamiento de los Juegos, pero sin dejar de prestar la atención que merecen a otras citas, empezando por las de 2022.
Los Juegos de invierno en Pekín y los de la Juventud en Dakar, en los que está muy volcado por ser la primera competición de carácter olímpico en África.
Y todo ello con las restricciones de movimiento obligatorias para prevenir la propagación del COVID-19.
Estas son las incógnitas para que Tokio 2021 alcance el éxito deseado, desde lo deportivo, lo logístico y lo económico.