La justicia española ha iniciado una investigación contra una funeraria sospechosa de vender ilegalmente cadáveres a universidades. La Fiscalía está centrando sus esfuerzos en determinar la implicación de los propietarios en este oscuro negocio, que inicialmente involucraba solo a dos empleados de la empresa.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Existen actualmente dos causas judiciales abiertas relacionadas con este caso: una por irregularidades en la venta de un cadáver específico y otra por la posible existencia de una red criminal dedicada a esta actividad ilícita. La reciente decisión de la Audiencia Provincial de Valencia se enfoca en la primera causa, que involucra la venta del cuerpo de un hombre fallecido en el hospital La Fe a una universidad. Aunque el juez instructor ha considerado que el delito de falsedad documental en el Registro Civil fue cometido únicamente por los empleados, la Fiscalía sostiene que los dueños también están implicados.
Los cuatro sospechosos, dos empleados y dos propietarios de la funeraria, fueron detenidos en enero y luego liberados bajo fianza. La Policía sospecha que la funeraria facturó 5.040 euros a una universidad por 11 incineraciones de cuerpos que no aparecen registradas en ninguna incineradora de la ciudad. Se cree que los investigados introducían restos de cuerpos diseccionados en féretros de otros difuntos para incinerar varios a la vez, reduciendo costos y obteniendo beneficios ilícitos.
La investigación se inició a principios de 2023 tras descubrirse la sustracción irregular de un cadáver de la morgue de un hospital. Se falsificaron documentos para trasladar el cuerpo a una universidad en lugar de darle sepultura, vendiéndolo por casi 1.200 euros sin el consentimiento de la familia.
Según la Policía, los investigados buscaban fallecidos sin familiares, preferiblemente extranjeros o en situación de vulnerabilidad, para llevar a cabo sus actividades ilícitas.
