Un hombre de 57 años fue arrestado el sábado en Downtown Miami tras sacar un arma de fuego dentro de una tienda y proferir amenazas contra migrantes venezolanos, generando pánico entre empleados y clientes, según reportes policiales difundidos por medios locales.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!El hecho ocurrió en el comercio Stop and Shop Food and Deli, cuando el sospechoso, identificado como Gonzalo González, pidió un vapeador y posteriormente desenfundó una pistola negra, presuntamente una Glock, de su bolso.
Alarma en el centro de Miami
De acuerdo con Telemundo 51 Miami, González manipuló el arma frente al personal antes de guardarla nuevamente cuando fue confrontado. Luego salió del local y caminó por la Segunda Avenida del Noreste, lo que activó un operativo policial inmediato.
Agentes municipales localizaron al sospechoso minutos después gracias a la alerta de un empleado. Fue detenido sin enfrentamientos y, durante la revisión de su morral, los oficiales hallaron la pistola junto a monedas de oro y plata selladas en cápsulas plásticas.
Amenazas durante su arresto
El informe policial, citado por WPLG Local 10, señala que durante la detención González lanzó amenazas contra los oficiales: “El oficial que puso las esposas va a morir. Los oficiales involucrados en mi arresto van a morir y sus vehículos policiales serán envueltos en llamas y todo lo que quedará serán sus cenizas”.
También realizó declaraciones religiosas y extremistas, diciendo frases como “Dios es mi abogado” y “Soy el rey David”, además de afirmar que nació “para matar venezolanos”, a quienes culpó de “atacar a migrantes cubanos”.
En su audiencia preliminar, intentó dirigirse al juez pero fue retirado de la sala por su comportamiento.
Gonzalo González fue trasladado al Centro Correccional Turner Guilford Knight, donde enfrenta cargos por exhibición impropia de un arma de fuego y asalto agravado con intención de cometer un delito grave.
Según medios estadounidenses, su fianza fue fijada entre 5.000 y 7.500 dólares. El caso ha generado preocupación en la comunidad migrante venezolana de Miami, que en los últimos años ha crecido significativamente en la zona sur de Florida.
