“En Afganistán no hay futuro un esperanza”, así se expresó la capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, Nilofar Bayat.
Agregó que ella es la prueba de la situación en su país.
En la sede de la Comisión de Ayuda al Refugiado en Bilbao, Bayat dio las gracias a todas las personas que la ayudaron a salir de su país a ella y su marido.
Pidió a la ONU y a las demás instituciones internacionales que ayuden a los refugiados afganos.
Bayat narró los días pasados: “De repente los talibanes llegaron al gobierno y no podíamos creer la situación en la que nos encontrábamos”.
Lea también: Murió futbolista al caer de un avión en Afganistán
“El día que llegaron a mi casa destruyeron todo y tenía mucho miedo por mí y por mi familia”.
“Al ver la situación, quería venir a España. Recibí una llamada de la embajada y cuando salí de casa pude ver cómo miles de personas estaban intentando salir”.
Al llegar al aeropuerto, fue la primera vez que habló con los talibanes, que “agredieron a muchas personas, nos golpearon a mí y mi marido. Fue un día muy difícil”.
Tras pedir ayuda a dos soldados alemanes, consiguieron acceder al aeropuerto.
Allí pasaron dos días sin poder dormir y sin comida hasta que pudieron embarcar en un vuelo a Alemania y luego llegar a España.
Ahora, Nilofar está apenada y contenta a la vez. Triste, porque en los últimos días ha visto los peligros de los talibanes.
En Afganistán no hay esperanza según atleta afgana
“Nunca cambian y son más peligrosos que hace veinte años. Estoy muy triste porque el resto de países avanza y el nuestro retrocede”.
“Especialmente por las mujeres, que están en peligro, no pueden trabajar ni tienen derechos”, señaló.
Además, está muy preocupada por su familia y el resto de personas que han quedado allí, señalando que en Afganistán no hay esperanza.
“Ayer hablé con mi hermana para ver si podía salir, y me dijo que los talibanes habían matado a ocho personas en el aeropuerto”.
Lea también: Miguel Cabrera no defraudó y cumplió con las expectativas
Apuntó que está muy contenta de poder empezar una nueva vida: “Estoy viva y puedo empezar de nuevo con mi esposo”.
Por ello agradeció la ayuda de todos los que facilitaron su llegada a España, así como al Gobierno español por su generosidad.
Bayat, licenciada en Derecho y que trabajaba en Afganistán con la Cruz Roja, quiere también volver a jugar baloncesto.
“No va a ser fácil continuar con el baloncesto, pero no lo voy a dejar. Cuando estoy en la cancha, me olvido de lo que está pasando”, dijo.