El jefe del despacho presidencial de Colombia, Alfredo Saade, confirmó este jueves que autoridades de Estados Unidos han comenzado a retirar visas a funcionarios del Gobierno que, en el pasado, formaron parte de la extinta guerrilla del M-19, movimiento al que también perteneció el presidente Gustavo Petro antes de su reinserción a la vida política.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!“Entiendo que han iniciado un proceso con algunas personas que pertenecieron al M-19, organización que luego se desmovilizó legalmente y participó en la construcción de la Constitución de 1991”, declaró Saade en una entrevista concedida a W Radio.
El funcionario subrayó que la relación bilateral “debe construirse sobre el respeto mutuo”.
Críticas por decisiones consulares
El ministro del Interior, Armando Benedetti, también se pronunció sobre el tema a través de su cuenta en X, donde criticó la forma en la que el gobierno estadounidense ha manejado los procedimientos consulares con él. Señaló que su visa fue retirada en dos ocasiones por razones que calificó como personales y ajenas a temas de seguridad.
“Han jugado conmigo. En 2017 me la quitaron por una pelea pública con el exfiscal Néstor Humberto Martínez, y en 2023 por un conflicto con el excanciller Álvaro Leyva”, escribió.
Escala la tensión entre Bogotá y Washington
Este nuevo episodio se suma al llamado a consultas realizado por el secretario de Estado, Marco Rubio, al jefe de misión diplomática de EE. UU. en Colombia, John McNamara, en respuesta a declaraciones emitidas por altos funcionarios del gobierno colombiano que Washington consideró «infundadas y reprensibles».
En reciprocidad, el presidente Petro convocó a su embajador en Washington, Daniel García-Peña, para informar sobre el estado de la relación bilateral.
Las tensiones aumentaron tras revelaciones del diario El País, que reportó un presunto plan liderado por el excanciller Álvaro Leyva para presionar un cambio de gobierno. Según el medio, Leyva habría sostenido reuniones con figuras del Partido Republicano en EE. UU., incluyendo al congresista Mario Díaz-Balart, en un intento por impulsar a la vicepresidenta Francia Márquez como presidenta.