Analistas advierten que la incertidumbre podría afectar la inversión en el país
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el cobro de aranceles a Canadá, México y China, pero decidió suspender temporalmente la medida en el caso mexicano por al menos un mes. La decisión genera incertidumbre en la relación comercial entre ambos países, especialmente debido a la alta dependencia de México del mercado estadounidense.
En entrevista para Shirley Radio, el analista internacional Adolfo Laborde explicó que la relación comercial entre México y Estados Unidos supera los 800.000 millones de dólares anuales, convirtiendo a México en el principal socio comercial de EE.UU., por encima de Canadá y China.
«Cada minuto se comercian 1.500 millones de dólares entre ambos países», señaló Laborde, resaltando que el 83% del comercio exterior de México está concentrado en Estados Unidos.
¿Por qué Trump impone aranceles y qué busca con ello?
Según Laborde, el gobierno de Trump está aplicando una política de repatriación de capitales, intentando recuperar la competitividad de la industria estadounidense.
«Estados Unidos ha trasladado su producción a otros países y ahora busca castigar a sus socios comerciales para recuperar esa competitividad», explicó el analista.
Aunque México ha evitado momentáneamente los aranceles, la posibilidad de que sean aplicados en el futuro sigue latente, lo que podría afectar la inversión extranjera en el país.
Incertidumbre económica y posibles consecuencias para México
Laborde advirtió que las decisiones unilaterales de Trump generan un clima de incertidumbre que puede desincentivar las inversiones en México.
«Las grandes inversiones buscan estabilidad, y lo que está haciendo Trump es establecer un marco de incertidumbre. No se puede vivir con esta amenaza constante», afirmó.
En este sentido, el experto recomendó que México diversifique sus mercados y reduzca su dependencia del comercio con EE.UU.
«No podemos seguir cediendo ante la voluntad de un país que nos condiciona mes a mes. Es momento de replantear nuestra política industrial y abrir nuevas oportunidades en otros mercados», concluyó Laborde.