El economista y director de Econanalítica, Asdrúbal Oliveros, reveló las proyecciones que estima para Venezuela este enero del 2021. Entre lo que más resalta son las consecuencias de la pandemia y las políticas implementadas por Nicolás Maduro.
Asdrúbal Oliveros revela proyecciones para Venezuela
Este nuevo período se cumplen 7 años de contracción económica en el país donde el desgaste y el cansancio de los comercios y empresas se hará notas, relata el experto. En ese sentido, tildó de «agresivo» el ciclo que transcurre el territorio donde ni siquiera la reinvención comercial triunfa.
Seguidamente, destaca la influencia del coronavirus la cual profundiza los problemas de la economía venezolana y el empobrecimiento de la gente.
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«Muy probable en enero muchas empresas ya no tengan capacidad de poder mantener sus negocios en pie. Mucha gente no tendrá la capacidad para seguir sosteniendo a su familia, en otras palabras, es una crisis que continúa», expresó Oliveros.
Agenda de Maduro
El especialista destaca que el oficialista comienza el 2021 con la intención de mantener el poderío a como de lugar. En ese sentido, recordó la juramentación de la nueva Asamblea Nacional el próximo 5 de enero.
La introducción de reformas económicas es un escenario que el conocedor del área ve con mucha probabilidad. De tal forma, Oliveros afirma que en una nueva era de reformas, abrirán camino a nuevas maneras de conservar el poder.
Una de las principales metas que propone el oficialismo este año, en ámbito económico, es el despliegue de la Ley Antibloqueo; que en repetidas oportunidades representantes del chavismo han pregonado. La misma busca recuperar los recursos financieros que el gobierno perdió con el cierre de los ingresos petroleros en medio de las sanciones internacionales.
Esta ley oficializa el manejo del gobierno para vender crudo en efectivo o para comprar gasolina, muchas de ellas sin mayor transparencia, asegura. No obstante, recuerda que estas prácticas ya viene sucediendo desde el 2017 a través de acuerdo entre Venezuela y países como Rusia, China, Irán y Turquía.
Además de este panorama, el economista precisa que habilitarán un sustento legal donde permitan traspasar activos del Estado a personajes privados; quienes estén dispuestos a permitir la operatividad de algunos sectores y sobre todo tener el margen de maniobra para comercializar productos como petróleo, oro y metales, relata.
La condición sería mantenerlo al margen del sistema financiero motivo a las sanciones sobre la estructura tradicional del mismo sistema.
«Estado gestor»
Oliveros explica en sus proyecciones para Venezuela se atraviesa un proceso de transformación donde se evidencia la desaparición del Estado empresario. En su lugar destaca la llegada de un «Estado gestor»: este se dedica a una estructura de control social donde la represión en primordial y no tiene capacidad para gestionar la empresa nacional.
Sector privado: el motor del país
Dada la incapacidad del gobierno a operar las empresas públicas, Oliveros afirma que permitieron la flexibilización con divisas. Por consiguiente, apunta que el Estado no tiene dinero, ni para importar ni las empresas del Estado están aptas para producir.
A su vez, el sector privado tiene libertades para operar en las estructuras de control de precios y las estructuras de controles de cambio. De allí que el grueso del abastecimiento que hoy vemos en los anaqueles, viene del esfuerzo del sector privado, con todas las dificultades que implica producir en Venezuela, cuenta el especialista.
«Hasta hace tres años, más del 80% de las importaciones de Venezuela, las traía el sector público. Hoy el 82% de las importaciones las hace el sector privado, hay allí un cambio importante», dijo.
Por otro lado, cuenta la situación con los salarios que ofrecen la empresa privada, los cuales rondan los 50 dólares. En cambio, el sector público no llega a los 5 dólares, panorama que genera numerosas protestas en el territorio. Sin embargo, Olivares admite que el músculo privado sigue ofreciendo poco en comparación con el continente, aunque se mantiene por encima de un sueldo de funcionario.
Dolarización: algo que se queda
A medida que el sector privado deja de depende de las divisas que le proporciona el Estado, este se encoje cada vez más en el ámbito. La industria venezolana vive una reducción abismal que está algo suplida por el comercio en servicios, lo que el economista tildó de «clave» para el futuro.
Seguidamente, la dolarización de facto en el país es un escenario que, de acuerdo al director de Ecoanalítica, llegó para quedarse.
Por último, los niveles de pobreza y desigualdad son factores que le despiertan preocupación de Oliveros. «Genera desafíos sociales y políticos para el 2021», concluyó.
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