Sin rodeos. La venezolana Deyna Castellanos dijo que quiere ser la mejor futbolista del mundo y para ello se entrena cada día al máximo.
La maracayera de 21 años deslumbró al mundo en el Mundial Sub-17 de Costa Rica, celebrado en el año 2014.
“Siendo muy pequeña, era muy hábil. Era intuitiva e inteligente. Se paraba muy bien en el campo y era muy madura con el balón”.
“Si uno tenía conocimiento sobre la disciplina deportiva, se daba cuenta de que realmente desde muy pequeña era buena”, dijo su madre, Irene.
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“La acompañamos siempre, inyectándole confianza y responsabilidad. Le demostrábamos que creíamos en ella, en su juego y en que podría llegar a ser la mejor”.
Ese es, precisamente, el gran anhelo de Deyna, quien quiere ser la mejor del mundo, a sabiendas que tiene la capacidad para lograrlo.
“Dar alegrías a mi país es una de las cosas principales que me motivan a mí y que me mueven. Y también hacer que mi familia esté totalmente orgullosa de mí”.
Vio en el Mundial Sub-17 de Costa Rica una vitrina que le podría abrir muchísimas puertas.
Deyna quiere ser la mejor futbolista del mundo
“¡Qué mejor manera de que mis sueños se empezasen a hacer realidad que hacerlo bien allá!”, apuntó Castellanos.
“Yo esa parte ya la había hablado conmigo misma y era cuestión mía saber aprovechar esa oportunidad”.
“Creo que tanto la selección, como equipo, como yo individualmente aprovechamos ese Mundial. De ahí viene mi beca universitaria en Estados Unidos”.
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“Después, en el Mundial de Jordania 2016, me propuse no dejar a la gente pensar que aquello había sido un golpe de suerte, sino demostrarles que es talento”, dijo.
Confirmado su impacto, Deyna Castellanos decidió “quemar etapas” y retrasar su puesta de largo como profesional.
En 2017 fue una de las tres finalistas al premio The Best que concede la FIFA. Nunca antes una futbolista tan joven había alcanzado ese lugar.
“Una de las mejores cualidades de Deyna es la humildad. Tiene mucha confianza”, señaló su entrenador en la Universidad de Florida State, Mark Krikorian.
