El pasado fin de semana, los bañistas en una concurrida playa de Ibiza vivieron momentos de pánico cuando una mujer comenzó a comportarse de manera inusual, causando alarma entre quienes disfrutaban del día soleado.
Lo que parecía ser un día normal tomó un giro inesperado cuando la mujer, visiblemente alterada, comenzó a gritar y realizar movimientos erráticos que combinaban una especie de danza con un arrebato. Entre sus palabras confusas, se escuchó claramente un desesperado “¡Ayúdame, estoy poseída!”, lo que generó aún más inquietud entre las personas presentes.
Asustados por la situación, los testigos se alejaron, observando desde una distancia prudente. Un hombre se acercó para intentar calmarla, pero la mujer reaccionó de manera agresiva, obligándolo a retroceder.
Minutos después, llegaron agentes de la Policía de Sant Antoni al lugar. Un oficial intentó dialogar con la mujer, pero ella respondió lanzándole arena y piedras, lo que llevó a los policías a intervenir con más firmeza. Dos agentes lograron inmovilizarla y fue trasladada en ambulancia a un centro de salud mental para ser evaluada.
Aunque algunos testigos sugieren que la mujer podría haber experimentado un brote psicótico, otros sospechan que su comportamiento podría haber sido provocado por el consumo de sustancias.
