Varios son los factores que golpean y profundizan la crisis para los productores de cachamas al sur del estado Táchira. Durante la semana santa, los del gremio venden lo que pueden para recuperar parte de la inversión que hicieron para criar el pez de agua dulce.
Crisis para productores de cachamas
En los municipios Fernández Feo y Libertador, los productores de cachamas se disponen a vender su producto al tachirense para obtener el sustento. Sin embargo, la escasez de combustible, el alto costo de alimento y los insumos necesarios para la crianza de las cachamas son factores que dificultan la sustentabilidad del comercio.
La familia Ribas tiene 25 años dedicada a la producción de tilapias y cachamas. Su unidad de producción se constituye por 8 lagunas y está ubicada en La Recta de Ayarí, en Fernández Feo.
No obstante, en medio del cerco epidemiológico que abarca estos municipios por el Covid-19, esta situación fue empeorando. Las medidas restrictivas que se implementaron luego de la detección del caso positivo en el sector perjudicó en gran proporción el sector productivo, comentó Marcos Ribas.
«Los días permitidos salimos a las calles de El Piñal a vender las cachamas para recuperar la inversión, de lo contrario, enflacarán y eso significaría pérdidas económicas. A pesar de la crisis, Semana Santa siempre ha sido una temporada buena, pero este año, como sabemos, no es así «, detalló el productor.
Menos productores cada vez
Ribas expresó que en tiempos anteriores la producción era a gran escala en las pescaderías de La Morita, Puerto Vivas, El Piñal y San Cristóbal. «Entre El Piñal y San Antonio de Caparo había unos mil productores de cachamas; ahora no llegamos a los treinta», destacó lamentándose.
Por otro lado, señaló que para adquirir insumos para las cachamas en otras poblaciones del Táchira, deben hacer colas de hasta 5 días en la bomba de Marayarí. Del mismo modo, aseguró que, en oportunidades, han tenido que comprarla a revendedores, lo que se traduce en unos cuantos miles de pesos.
A su vez, enfatizó que por las fallas eléctricas, las bombas que emplean para oxigenar las lagunas han sufrido daños, en algunos casos, irreparables. En el mismo orden, aclaró que los apagones pusieron en jaque las ventas debido a que las pescaderías llevan menos cantidades para evitar la pérdida de mercancía.
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Información de Diario la Nación
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