En la primera semana de prácticas, se conoció que cerca de 80 peloteros tienen COVID-19, lo que supone un riesgo para el béisbol de las Grandes Ligas.
La cifra pone de manifiesto que no está del todo controlada la pandemia en Estados Unidos y los beisbolistas igualmente pueden ser vulnerables.
A pesar de los controles impuestos por las autoridades, cerca de 80 peloteros tienen COVID-19 y esto despierta la tensión en cuanto a la celebración de la MLB.
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En el país de Norteamérica los peloteros volvieron al terreno. Algunos agarraron el bate y otros el guante.
La blanca pelota viajaba de aquí para allá y las emociones de volver a sentir el aroma del béisbol reinaban los diamantes estadounidenses.
La organización y sindicato de jugadores se pusieron de acuerdo, después de una serie de diferencias relacionadas con los salarios de los peloteros.
Así las cosas, quedó definido el 23 de julio, como la fecha de apertura de la pelota caliente en suelo estadounidense.
Cerca de 80 peloteros tienen COVID-19 en Estados Unidos
Sin embargo, la presencia del coronavirus supone miedo e incógnitas sobre si es realmente favorable jugar la temporada 2020.
Según la información de la periodista de ESPN, Marly Rivera, se realizaron 3 mil 740 muestras de saliva y 66 arrojaron positivos al virus.
Del total, 58 son peloteros y ochos de los miembros del cuerpo técnico de las organizaciones beisboleras. En la segunda ronda de test, 10 dieron positivos.
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Jesús Luzardo (Atléticos de Oakland), Miguel Sanó (Mellizos de Minnesota), Salvador Pérez (Reales de Kansas City) son algunos de los contagiados.
Aunque la cifra es alta, ninguno presenta sintomatología de gravedad, por lo que se trata de pacientes asintomáticos.
Aun así, representa un peligro para sus compañeros, de modo que deben estar aislados y regresar al campo cuando estén totalmente curados.
