Cepal: La pobreza en Latinoamérica desciende a su nivel más bajo desde 1990
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó que la tasa de pobreza en la región bajó al 27,3 % en 2023, su nivel más bajo en más de tres décadas, lo que representa una reducción de 1,5 puntos en comparación con 2022 y abarca a 172 millones de personas. La pobreza extrema también disminuyó, alcanzando el 10,6 %, que representa 66 millones de personas, aunque aún se sitúa por encima del nivel registrado en 2014.
Perspectivas de crecimiento y pobreza para 2024
Según el informe ‘Panorama Social de América Latina y el Caribe’, la Cepal prevé que la pobreza en la región podría reducirse levemente en 2024 a medida que se espera un crecimiento económico del 1,7 %, mientras que la pobreza extrema permanecería sin cambios significativos. “La perspectiva no es muy halagüeña”, señaló José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, quien instó a los gobiernos a fortalecer sus programas de protección social.
Impacto del trabajo asalariado y las ayudas no contributivas
El organismo atribuye esta disminución a un aumento en los ingresos laborales y a la influencia de transferencias sociales no contributivas, como las pensiones y ayudas para quienes no han podido cotizar en los sistemas de seguridad social. Alberto Arenas, director de Desarrollo Social de la Cepal, destacó que las pensiones no contributivas han sido clave en la reducción de la pobreza, especialmente entre las personas mayores de 65 años.
Desigualdad persistente en mujeres, niños y poblaciones vulnerables
El informe también resalta que la pobreza continúa afectando desproporcionadamente a las mujeres en edad laboral (22,2 %), niños y niñas (40,6 %), indígenas (42,3 %), afrodescendientes (20,4 %), y personas en zonas rurales (39,1 %). Además, la crisis de cuidados y el envejecimiento poblacional contribuyen a la desigualdad de género, ya que gran parte de las mujeres fuera del mercado laboral se dedican a labores domésticas y de cuidado no remunerado, lo que dificulta su acceso a la protección social.
Para avanzar hacia la erradicación de la pobreza en 2030, la Cepal recomienda destinar entre el 1,5 % y el 2,5 % del PIB en programas de protección social no contributiva.