El Centro Carter ha decidido cancelar la publicación de su informe preliminar sobre las elecciones presidenciales en Venezuela, el cual estaba previsto para este martes. Además, según informes obtenidos por CNN de una fuente cercana a la organización, el Centro Carter está procediendo a retirar a todo su personal del país.
Esta decisión coincide con un contexto de crecientes protestas que surgieron el lunes 29 de julio, en respuesta a los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que declaran a Nicolás Maduro como el ganador de las elecciones. Las manifestaciones se han intensificado en diversas ciudades del país, con ciudadanos expresando su descontento y desconfianza hacia el proceso electoral.
El Centro Carter era una de las pocas entidades independientes autorizadas para supervisar las elecciones en Venezuela, especialmente después de que el CNE revocara la invitación a la Unión Europea para participar como observadores. En contraste, la misión de observación de la ONU solo tiene el mandato de preparar un informe interno para el Secretario General, sin una publicación pública prevista.
Petición al CNE
Previo a su retiro, el Centro Carter hizo un llamado público a los rectores del CNE para que publiquen de manera inmediata todas las actas de las mesas electorales correspondientes a las elecciones del 28 de julio. En un comunicado, la organización destacó que su misión técnica fue invitada a Venezuela para evaluar la elección presidencial conforme al marco legal venezolano, así como a los estándares regionales e internacionales de elecciones democráticas.
«La divulgación completa de las actas transmitidas al CNE es crucial para nuestra evaluación y es fundamental para el pueblo venezolano,» afirmó el Centro Carter en su comunicado. Sin embargo, la falta de transparencia percibida y el ambiente de tensión política parecen haber influido en su decisión de cancelar la publicación del informe.
La retirada del Centro Carter y la cancelación del informe plantean serias preocupaciones sobre la credibilidad y la transparencia del proceso electoral en Venezuela. Sin la presencia de observadores independientes de renombre, como el Centro Carter y la Unión Europea, las garantías de una supervisión electoral imparcial se ven considerablemente mermadas.
El panorama político en Venezuela continúa siendo tenso y complicado, con el gobierno enfrentando críticas tanto a nivel nacional como internacional. Las acciones del Centro Carter destacan la creciente preocupación internacional por el estado de la democracia y los derechos electorales en Venezuela. La comunidad internacional sigue observando de cerca el desarrollo de los eventos en Venezuela, y la situación sigue siendo dinámica e incierta.