El plan de contingencia de la Unidad Educativa los Hornos tiene más de 6 meses donde brindan alimento a los más necesitados de dicha aldea y de las aldeas vecinas.
Con más de 350 personas que recurren este centro en busca de alimento, se encuentran adultos mayores, población estudiantil, personas de otras aldeas y embarazadas.
Estado de desnutrición
La comunidad en mayoría de bajos recursos ve este plan como un beneficio para poder alimentarse, muchos de los que acuden a este centro se encuentran en estado de desnutrición; como son los casos de varios adultos mayores y de las mujeres embarazadas.
Ante la pandemia de Covid-19, el estado nutricional es importante porque las personas necesitan proteínas para producir anticuerpos, para poder tener defensas contra cualquier tipo de infección.
Los miembros de la comunidad ven este plan de contingencia como algo vital, por ello aparte del personal de la escuela, cuenta con varios voluntarios.
El menú suele ser variado, con los productos que el ministerio abastece la escuela junto a los aliños que aportan la comunidad de sus cultivos.
Problemas del gas
Pese a los problemas de no contar con servicio del gas los miembros de la comunidad y los directivos del plan contingencia los Hornos han podido solventarse recolectando leña.
Cabe destacar que con este servicio, el plan sería más efectivo pues podría brindarse más días de este servicio a los miembros de la comunidad.
Desnutrición infantil en Venezuela
Cada vez más niños en Venezuela sufren desnutrición como consecuencia de la prolongada crisis económica y financiera que vive el país, advierte UNICEF.
Aunque no hay cifras exactas por la falta de información oficial sobre salud y nutrición, hay señales claras de que la crisis está limitando el acceso a los niños a la asistencia médica, alimentos y medicinas.
Según la información oficial disponible, publicada por el Instituto Nacional de Nutrición en 2009, la prevalencia de emaciación (peso inferior al que corresponde a la estatura) en los niños menores de cinco años era por entonces del 3,2%. No obstante, los estudios no oficiales más recientes muestran tasas aún mayores. El Informe Global de Nutrición calcula una prevalencia de emaciación del 4,1%, mientras que el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2017 sugiere que la desnutrición (una medida del hambre que indica la proporción de la población con un consumo insuficiente de alimentos) en Venezuela ha crecido de un 10,5% a un 13% entre 2004-2006 y 2014-2016.
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