El brote de mpox que afecta a la República Democrática del Congo (RDC) y otros países africanos podría tener consecuencias devastadoras en las comunidades de refugiados y desplazados internos de la región, que ya han registrado casos de contagio, alertó este martes la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Allen Maina, jefe de Salud Pública de Acnur, informó en una conferencia de prensa que al menos 42 casos sospechosos de mpox han sido identificados entre refugiados en la provincia de Kivu Sur, una de las zonas más afectadas por el prolongado conflicto entre el ejército y los grupos armados que operan en el este del país.
También se han reportado posibles casos de mpox en refugiados ubicados en la República del Congo y Ruanda, según agregó Maina.
«En las áreas en conflicto de la RDC, que albergan a la mayoría de los 7,3 millones de desplazados internos del país, la mpox representa un nuevo riesgo que podría agravar aún más una situación ya insostenible, marcada por décadas de violencia, violaciones de derechos humanos y una asistencia internacional insuficiente», afirmó.
El pasado 14 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) volvió a declarar la emergencia internacional por esta enfermedad, que ha causado al menos 18.000 casos sospechosos y 615 muertes en la RDC. No obstante, Maina subrayó que las medidas preventivas recomendadas por la OMS son difíciles de implementar en comunidades de refugiados y desplazados debido a sus condiciones de vida.
«La violencia prolongada ha obligado a estas personas a vivir en condiciones de hacinamiento, con acceso limitado al agua potable y servicios sanitarios deficientes», explicó Maina. Además, señaló que la inseguridad en la región impide que la ayuda humanitaria llegue a muchas de estas comunidades.
Según el representante de Acnur, las familias desplazadas que se encuentran en escuelas, iglesias o refugios improvisados carecen de espacio suficiente para aislar a quienes muestran síntomas de la enfermedad, y muchos se ven obligados a dormir al aire libre para evitar el contagio entre sus seres queridos.
Acnur también expresó su preocupación por la capacidad limitada de los trabajadores de la salud locales para enfrentar el rápido aumento de casos en ciertas comunidades. Maina recordó que la agencia solicitó 250 millones de dólares a la comunidad internacional para asistir a las comunidades desplazadas en la RDC este año, pero hasta ahora solo ha recibido el 37 % de ese monto.
